La fauna en Salburua
La recuperación del humedal ha servido para que muchos animales vuelvan a habitar esta zona de la Llanada. En el entorno habitan más de 70 especies de aves, 40 de aves migratorias, 40 de mamíferos, 12 de reptiles, 9 de anfibios, 3 de peces y una gran cantidad de animales invertebrados.
Especies animales más representativas
Visón europeo (Mustela lutreola)
Mamífero semiacuático de mediano tamaño (machos: 380 mm. de longitud cabeza-cuerpo y 170 mm. de cola; hembras de menor talla) y con un peso de 800-900 g los machos y 500-600 g las hembras. Su pelo es marrón oscuro y tiene una mancha blanca alrededor de la boca, tanto en el labio superior como en el inferior, característica que le diferencia de su principal amenaza, el introducido visón americano.
Se encuentra incluido en la Lista Roja de la UICN en la categoría de Especie en Peligro de Extinción, al quedar menos de 500 ejemplares en la península Ibérica.
Los humedales de Salburua albergan unos pocos ejemplares de este mustélido. De cara a su conservación se trabaja en la erradicación de los núcleos de visón americano combinando distintas técnicas de detección y captura mediante plataformas flotantes.
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Ciervo (Cervus elaphus scoticus)
El ciervo es el único animal introducido en el humedal de Salburua y su justificación responde a la necesidad de controlar y mantener a raya la vegetación del entorno de la Balsa de Arcaute. Gracias al pastoreo extensivo de estos animales el control de la cubierta vegetal se realiza por aprovechamiento “a diente”. Al fin y al cabo, el ciervo es un herbívoro de gran tamaño (sólo superado por el alce dentro del conjunto de los cérvidos), con un tamaño de 160 a 250 cm. de longitud y un peso que a veces alcanza los 200 Kg.
Las hembras son más pequeñas y menos corpulentas que los machos. Estos últimos desarrollan unas imponentes cuernas para luchar contra otros machos durante la época de apareamiento o berrea.
Vídeo: Un día en la berrea
Loina (Chondrostoma miegii)
Pez de tamaño medio que no sobrepasa los 300 mm de longitud. Su cuerpo es alargado con la cabeza relativamente pequeña y la boca situada en su parte inferior. Es una especie que vive en aguas corrientes pero que también sobrevive en aguas remansadas o incluso en embalses.
La introducción de especies exóticas en su área de ocupación como el pez sol (Lepomis gibbosus), black-bass (Micropterus salmoides), lucio (Esox lucius) o lucioperca (Sander lucioperca) es una de las principales causas del declive de sus poblaciones.
Libélulas
Los odonatos (libélulas o caballitos del diablo) sirven de bioindicadores de la calidad y estado de conservación de los ecosistemas acuáticos.
Salburua es un enclave de gran abundancia y diversidad de odonatos. Su importancia se manifiesta no sólo en el elevado número de taxones (32), sino por ser un hábitat para especies amenazadas como Coenagrion mercuriale, Aeshna affinis y Sympetrum meridionale.
Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)
Esta majestuosa ave zancuda de gran tamaño se caracteriza por su plumaje blanco, con mucho color negro en las alas, así como por sus largas patas y pico carmesí. Contrariamente a las garzas, cuando vuela lleva el cuello y la cabeza extendidos.
En Salburua se asienta la colonia más numerosa de Euskadi, por lo que puede observarse con facilidad, especialmente desde el observatorio de las Zumas. Gracias a la variada alimentación que encuentra en el parque y en otros puntos de alimentación cercanos es normal verla durante todo el año.
Rana ágil (Rana dalmatita)
Gracias a sus largas y potentes extremidades posteriores, este anfibio de color pardo y unos 8 cm. de talla, es capaz de brincar un metro de longitud y medio de altura. Según el Catálogo Español de Especies Amenazadas y su análogo en el País Vasco se encuentra en situación ‘Vulnerable’. Además, el Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España lo cataloga ‘En peligro’.
Su presencia en el humedal tiende a pasar inadvertida excepto en época de cría, que se produce entre febrero y marzo. En Salburua reside una de las poblaciones más importantes de Álava, por lo que su presencia constituye una prueba irrefutable del gran valor ecológico que atesora este humedal.
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