Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz - Jardín Botánico de Olarizu

Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz

Vuelta al Jardín Botánico de Olarizu

Longitud: 3 Km | Tiempo aproximado: 1 hora | Tipo de pista: camino afirmado

Descripción del recorrido:

  • El recorrido comienza en la entrada al Jardín Botánico de Olarizu desde la Avenida Olarizu, junto a las grandes letras de bienvenida. Se toma el camino que pasa por delante del Infogune y que se adentra en el jardín botánico en dirección oeste.
  • Poco después el camino toma dirección norte y se une a la larga recta que asciende hacia el mirador, en dirección oeste. A la izquierda podremos observar la vegetación de los bosques boreales del norte de Europa. Los abetos se distinguen fácilmente por ser coníferas de porte piramidal, tronco rojizo y largas piñas colgantes. Es la especie dominante de la taiga, adaptada con su forma a soportar el peso de la nieve. Sus hojas, en forma de acículas, le permiten resistir el frío y realizar la fotosíntesis en cualquier época del año, aprovechando también las pocas horas de luz disponibles durante el invierno.
  • Un poco más adelante veremos junto al camino los abedules, con sus característicos troncos blancos y muescas en forma de ojos. En otoño resaltará el color dorado de sus hojas. Estos árboles forman los bosques más septentrionales del continente, en las costas del norte de Escandinavia.
  • Dejaremos a la derecha los bosques y matorrales de alta montaña, que veremos a lo lejos si volvemos la vista hacia la cuidad. Probablemente nos llamen la atención los alerces, con acículas de color verde claro y un porte pendular. Es ésta una especie peculiar, puesto que es la única conífera europea que pierde la hoja en invierno.
  • Al terminar la breve cuesta encontraremos un pequeño desvío hacia el mirador, desde el que se puede admirar la extensión del jardín botánico, con el cerro de Olarizu y los montes de Vitoria hacia el sur. Los enebros, aulagas y tomillos que crecen junto al camino nos resultarán familiares, puesto que en esta pequeña elevación se ha recreado la vegetación de los cerros margosos alaveses.

mirador Olarizu

  • Desde el mirador podremos retornar sobre nuestros pasos hasta coger el camino que desciende hacia las ruinas del viejo caserío, o bajar por las escaleras hasta el lago. Atravesando la pasarela o rodeándolo por la orilla, observarás varias especies vegetales de ambientes acuáticos, como cárices, lirios o el nenúfar blanco, una especie en peligro de extinción en el País Vasco y que se ha conseguido reproducir en el Banco de Germoplasma del jardín.
  • Seguimos en dirección sur por el camino central que atraviesa esta zona del arboreto, sin perder de vista el cercano Cerro de Olarizu, y siguiendo las balizas de la vuelta al Anillo Verde. Junto al antiguo cauce de los molinos, podremos observar la frondosa vegetación de los bosques de ribera de los grandes cursos fluviales de la Europa templada, con alisos, sauces, olmos… acompañados de plantas trepadoras y arbustivas. Predominan en esta zona templada los bosques caducifolios formados por hayas, tilos, carpes, robles...
  • Seguimos avanzando, sin abandonar el camino, para adentrarnos en una región de transición climática entre las regiones templadas y mediterráneas. En este ambiente se desarrollan algunos de los bosques más ricos y con mayor variedad de especies de todo el continente. Melojares, quejigales y robles pelosos crecen acompañados de arces, durillos, espinos, cornejos, rosales, serbales…
  • Antes de llegar al pequeño puente, giraremos a la izquierda en dirección a las campas de la antigua Dehesa, dejando a la derecha el arroyo Olarizu y una representación de los melojares ibéricos. Al llegar al paseo, giramos a la derecha, hacia el sur, cruzamos el arroyo Olarizu y remontamos la campa en dirección sur hasta la Casa de la Dehesa.
  • La Dehesa, con suelos muy húmedos e incluso temporalmente encharcados, reúne las condiciones óptimas para el desarrollo de los bosques de roble pedunculado. Los trampales y prados juncales constituían los ricos y productivos pastos que se aprovechaban desde antiguo para el ganado.
  • Rodeamos la Casa de la Dehesa para acceder a su fachada sur, y tomamos el camino que sale hacia el este. Dejamos a la izquierda el camino que se adentra en el robledal y nos adentramos en los bosques mediterráneos.
  • Al llegar a los bosques mediterráneos, en la primera bifurcación que encontremos, tomaremos la opción de la izquierda, en dirección norte hacia la zona industrial de Puente Alto. En este punto veremos alrededor encinares, carrascales y alcornocales, con especies muy adaptadas a las condiciones de sequía estival propias de este clima. Les acompañan densos sotobosques de arbustos como el madroño, lentiscos, aladiernos, labiérnagos…

bosques mediterráneos

  • Avanzando en la misma dirección atravesaremos los abetales y sabinares mediterráneos. A la izquierda veremos los característicos pinsapos, una conífera mediterránea que se puede encontrar en las zonas umbrías y más húmedas de algunas sierras andaluzas, testigo de la vegetación subtropical que cubrió esta zona durante el terciario.
  • A la derecha, los sabinares albares dan paso a los pinares mediterráneos, que encontraremos ya de frente, donde destacan las grandes jaras y nos sorprenden las palmeras enanas o palmitos, la única especie de palmera autóctona de la Península Ibérica.
  • Giraremos en este punto otra vez hacia el oeste, para atravesar el robledal y salir a la campa de Olarizu, desde donde ya podemos ver el punto de partida y final de este recorrido circular.

Dehesa Olarizu

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