Instrumentos básicos de financiación - A largo plazo

Préstamos

Se suelen formalizar ante entidades financieras y según las garantías aportadas se clasifican en préstamos hipotecarios o personales. Es la fórmula más utilizada para la puesta en marcha de un negocio o para posteriores inversiones en una empresa siempre que se requiera de financiación de terceros.

Aunque pueden ser a corto plazo, los más habituales son a más de un año. Mediante esta fórmula la entidad financiera pone a disposición del/la emprendedor/a la cantidad solicitada, la cual se devolverá en el número de años que se haya fijado, siendo el coste de la operación un tipo de interés más otras comisiones y gastos (comisiones de apertura, gastos de formalización del préstamo, etc.).

El tipo de interés puede ser fijo o variable, utilizándose en este último caso índices de referencia a los que se puede sumar un diferencial (por ejemplo, Euribor + 0,5%).

El sistema más utilizado para establecer la devolución del préstamo es el "sistema francés" que consiste en el pago mensual de cuotas del mismo importe que se componen de una parte de devolución del principal y de otra de pago de intereses.

Préstamos participativos

Son una categoría especial de préstamos que cuentan con una serie de ventajas sobre los préstamos habituales como son plazo de devolución largos, periodos de carencia igualmente largos o tipos de interés ventajosos que se determinan en función de la evolución de la actividad de la empresa que solicita el préstamo.

Otra característica especial de estos préstamos es que constituyen créditos subordinados al resto de acreedores.

Leasing o arrendamiento financiero

Es una figura con la que se pretende financiar la adquisición de un bien o bienes por parte de la empresa. Su funcionamiento es similar al de un préstamo pero con ciertas diferencias.

En este caso la propiedad del bien no es de la persona promotora sino de la entidad con la que se ha formalizado el leasing. Esta luego cede a la empresa el bien en un régimen similar al de arrendamiento. La última cuota del arrendamiento tiene la consideración de opción de compra.

La devolución del capital se realiza a través de cuotas mensuales, habitualmente de igual importe, las cuales incluyen un pago de intereses, tal y como ocurre con los préstamos. El pago de estas cuotas se asimila al pago de un alquiler mensual por el uso de un bien, por lo que devengan IVA al igual que un arrendamiento cualquiera. Este instrumento de financiación es muy utilizado para la adquisición de vehículos y maquinaria en las empresas.

Renting

El renting es un contrato bilateral de arrendamiento a largo plazo. A través de él, la empresa de renting suministra los bienes objeto del contrato a cambio de un precio mensual.

En el caso de bienes que requieren mantenimiento, es habitual que la cuota de renting contemple todos los gastos inherentes al mismo, así como los seguros u otras partidas.

La propiedad del bien permanece en todo momento en manos de la empresa de renting y, aunque se suele fijar un precio de opción de compra al final del contrato, lo más habitual es que las empresas que acuden a esta herramienta opten por la renovación del bien antes que por la adquisición del mismo.

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